Las seis cosas en que hay que fijarse cuando compras unas gafas de sol
Según los datos del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas afirma que “una de cada tres gafas de sol vendidas en España no superan los controles necesarios y no tienen homologación, lo que supone un aumento en las consultas a las ópticas por irritaciones y ojos rojos”. ¿Cómo sé si están homologadas? En la Unión Europea, todas las gafas de sol deben llevar marcada en la patilla, cómo mínimo, la insignia de la comunidad europea que se lea bien la identificación del fabricante o del distribuidor en referencia al modelo.
Cabe destacar que, además las gafas de sol deben llevar la referencia de la norma europea, es decir, las características de uso, las advertencias de riesgos y restricciones, grado de protección a la luz y radiación UV, número de categoría de filtro y normas de limpieza.
La mayoría de las personas tienen una idea errónea sobre el uso de las gafas de sol, ya que creen que una puede servir para distintas actividades. Esto no es verdad, ya que en función de la actividad que se vaya a realizar debe hacerse uso de un tipo u otro. Unas excesivamente oscuras, por ejemplo, no son las gafas más adecuadas para conducir. Hay que recalcar que tampoco es cierto que las más oscuras protejan más.
¿En qué hay que fijarse para comprar gafas de sol
1.Para qué se necesitan las gafas y cuándo se van a utilizar.
No deben ser las mismas gafas que se usen para correr que unas que se lleven a la playa. En función de la actividad, se debe elegir la protección de las lentes adecuadas.
2. La protección a los rayos ultravioletas
Es un aspecto fundamental, y que la protección sea más o menos alta dependerá de la actividad que se realice con las gafas. Estos rayos no son visibles por el ojo humano, y se dividen en UVB, que pueden provocar problemas corneales, y los UVA más peligrosos porque pueden penetrar la córnea y llegar a la retina, de manera que pueden provocar cataratas.
3. La categoría de los filtros
El filtro está numerado del 0 al 4. El número mayor es el más alto e indica la cantidad de absorción lumínica visible, es decir, la luminosidad, que hay que recordar que no es lo mismo que la radiación UV, ya que lo absorbe o no la radiación es el material, no es el color.
- Categoría 0: pueden absorber de 0% al 19% de luz. Su uso es en interiores y cielo cubierto.
- Categoría 1: entre un 20% y un 56%. Uso en luminosidad leve.
- Categoría 2: entre el 57% y 81%. Uso en condiciones de luz solar media, día nublados.
- Categoría 3: 82% y un 92% de luz, luminosidad altas.
- Categoría 4: absorben hasta el 98% de luz. Hacer uso en alta montaña, esquí, deportes acuáticos en los que la incidencia del sol es extremo.
4. El tipo de lente
El más adecuado, es la lente polarizada, el filtro elimina todos los reflejos residuales y los efectos espejo.
La lente degradada es aquella que, de forma gradual, aclara el tono del cristal, que en la parte superior es más oscura y la inferior más clara.
Las lentes fotocromáticas son las más usadas por los deportistas y personas que realizan actividades al aire libre, que pasan de la luz directa a zonas de sombra.
La lente uniforme es la que encontramos en la mayor parte de las gafas de sol. Coloración uniforme.
5. Color del cristal
Marrón: está indicado en caso de miopía y entre sus particularidades está la capacidad para filtrar las radiaciones azules. Aumenta el contraste y la profundidad de campo.
Gris: Recomendado para conducir.
Verde: Aconsejado para personas con hipermetropía y para realizar deportes náuticos. Permite percibir los colores sin apenas alteraciones, reduce la luz visible y no interfiere con la claridad.
Amarillo: No está indicado para conducir en días de mucha luminosidad. Potencia la luz y mejora el contraste en los días nublados.
6. La montura
Las más apropiadas son las que cubre los laterales de los ojos porque evitan que entre la radiación solar. Es importante que no pesen en exceso y que la montura se adapte a la forma de la cara.
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